ESCUCHANDO COnVIDa

01 Todo por ver

Ven a bailar conmigo. Soy una guitarra rodeada de compañeras que te marcan el ritmo. Empieza nuestro viaje. No estarás solo. Encontrarás compañeros a tu alrededor. Todos diferentes. Cada uno, su mensaje. Cada uno, su destino. En la variedad está la gracia. Si te llaman loco habrás vencido tus prejuicios. 

02 Si es que no ves

Susurra un viejo piano y se mece esta madrugada. No te confundas: voy a exprimirte porque sé lo que escondes. Quiero ver resbalar el sudor por tu frente. Por eso te canto rápido. Por eso estos beats programados. Y sin darte cuenta, ya lo has intentado. Del esfuerzo queda un rápido estribillo alentador. Ahora tienes que entender que este fracaso es el primer paso. El cálido solo de guitarra te hace comprender que cada cicatriz son tatuajes para seguir aprendiendo. 

03 Lo que he logrado encontrar 

El estéreo es un salón de baile en el que se despliegan dos guitarras melosas. Nos mecen, traidoras, porque son cómplices de nuestra encerrona: cantarte lo fácil y lo difícil que ha sido cruzar nuestras vidas. Ellas son el suelo de versos de amor derramados. Los últimos compases luminosos son para decirte que lo mejor de encontrarte es prometer jamás perderte. 

04 Sólo a tomar café

Sólo me hace falta un piano alegre para valorar lo que tarda el tiempo para crear su magia. Pero pronto se nos une una tímida orquesta que remarca mis deseos y temores. No hay más remedio que invitar a un sabroso bajo que martillee junto a su inseparable batería. ¿Repetimos? ¡Otro café, por favor!

05 Qué va a cambiar

Sólo diez segundos y la música se tiñe de negro. Se vuelve oscura, amenazadora, peligrosa… Es el mismo lapso de tiempo en el que puede cambiar tu vida. No eres inmortal, chaval. El bajo martilleante marca el ritmo de mi rabia: dicen que luchamos contra un fantasma. Pero yo he visto ese fantasma llevarse muchas vidas. Deberías estar aquí conmigo y entenderías lo que sufro. Por eso este tema crece con capas de música hasta un fade out infinito. Pero podría seguir. Eternamente.

06 Pluma y papel 

Tambores y guitarras épicas inician los compases más originales. Pero se rompe la canción con percusiones programadas. Hay palmas sampleadas. Y empiezo a rapear. Sí, qué pasa. No tengo edad; tengo voluntad. Moviéndose están tus pies. En una canción guardo el mar. El mundo entero cabe dentro de un papel. El instrumento más potente de esta canción es la imaginación. 

07 Daño colateral 

Mi dislexia no deja de escribir corateral. Insisto: co-la-te-ral. Lo repito con tambores de fondo. Siento la tensión de la música fluir. No sé si la próxima vez acertaré, pero al menos lo intentaré. Vuelan arreglos de cuerda por mis auriculares. Arpegios veloces. Crece la tensión y el abrupto final me deja como al gritar en un bar justo cuando quitan la música. Todos me miran. Creo que yo también soy un daño co-la-te-ral. 

08 Clare

Ella tocaba la guitarra. Su último suspiro se lo dedicó a su compañera de madera. Abrazadas ambas dijeron adiós. Por eso me sorprende la luz y la energía de este tema. Podría haber sido triste, melancólico. Pero tenía que tener luz. Vida. Fuerza. Y va creciendo y creciendo entre coros etéreos,  arreglos místicos y cambios de ritmo brutales . No conocía la vida de Clare, pero en apenas cuatro minutos ya la echo de menos. 

09 El hilo no se ha cortado 

¿Cómo una misma melodía puede ser triste y esperanzadora a la vez? Juega a eso este tema, que en su mitad despega con una magnífica guitarra eléctrica desbordante. “Todo va a salir bien”, leo en los balcones. Pero no es verdad: ahora somos menos. Esta preciosa melodía nos besa el alma. Y ya nunca los olvidaremos. 

 

10 Más allá de la oscuridad

La primera vez que escuché los aplausos de mis vecinos creía que estaba lloviendo. Este camaleónico tema capta esa dualidad que vivimos aquellos extraños días: la soledad del día encerrados y la apertura de las ventanas al barrio, que nos daba aire, luz, energía… Por eso el final es mitad épico y mitad melancólico. Porque cada tarde, pasara lo que pasara, acabábamos sonriéndonos. 

11 Durante la noche 

Grabar un disco no es sólo componerlo y tocarlo. La producción que el profano obvia juega un papel vital. Esta noche me apetece enviarle una canción de mi tocayo a Tom Newman, el coproductor de ‘Tubular Bells’ (Mike Oldfield). Y me contesta: «¡Tu amigo es un compositor interesante! Buenas melodías e ideas.» Eso mismo me pasa con temas como éste: de dónde saca estas ocurrencias musicales. Si existe la vergüenza ajena, debería existir el ‘orgullo ajeno’. Es lo que siento al escuchar temas como éste, tan inquietante como atrayente. Su personalidad hecha música. 

12 La conquista interior

Demasiadas horas encerrado. Las cuerdas bailan acompasadas. Es su fiesta. Se vuelven locas. Guitarras desquiciadas. Son como un tren a punto de descarrilar. Pero no descarrilan. Saben mantener el equilibrio, que es una melodía cuerda. Gracias a eso pasa la noche. Y llegamos a la próxima estación. 

13 Tras la espera 

Voces humanas nos reciben como nubes blancas. Calman la tensión de la conquista interior. Estamos jugando a inventar música. Todo es posible. Tú eres nuestra herramienta: tus tímpanos vibran tal y como queramos nosotros, instrumentos libres y desacomplejados. Los truenos son percusiones programadas que cambian el ritmo. Porque no sabemos qué está pasando. Ni adónde vamos. Así que simplemente sigamos adelante. Rendirse no es una opción. Cada experiencia es aprendizaje. No dejes de sorprenderte. 

14 El último baile 

Enséñame a bailar. Porque no sé. Mi primer baile podría ser también el último. Cuando tienes ganas de dejarlo todo, al menos que no sea en tu primer intento. Este baile lento suena a despedida. La despedida de alguien que quería dejar de bailar. Pero cuando paró la música miró el salón quieto. Y siguió tocando. Por si alguien quería bailar. 

15 Con ojos de niño

Soy una nana que duerme al niño después de sus travesuras. No hay maldad en sus actos; sólo la inocencia atrapada en compases sosegados y dulces. Cierra los ojos; ya duermes. Vuelves a ser un niño. ¿No es más sencillo? 

16 Descubriendo el optimismo

Como si ese mismo niño despertara, así despierta un piano curioso. El sol entra por la ventana y va iluminando un tema que destapa brillos por doquier. Las sombras se retiran y dejan ver lo oculto que teníamos guardado: lo mejor siempre precisa un poco de luz. Aunque sea de un piano contento. 

17 Juntos 

Este es un pequeño viaje de aprendizaje que tenemos que recorrer juntos. Porque las desgracias y las alegrías, los conciertos y las películas, los besos y los abrazos… se disfrutan (¡de qué manera!) mejor en compañía. Los episodios de este tema te sorprenderán a cada segundo; todo cambia: los instrumentos, las melodías, los ritmos… Una pequeña banda sonora de tu vida, donde no faltan los momentos épicos y las percusiones vibrantes, los vientos poderosos y un final… feliz. Porque seguimos juntos. 

18 Una oración 

A ese Dios que parece dormido… Cualquier palabra rompería la magia. El mejor cronista sabe callar a tiempo. Ni una palabra y queda todo dicho. Gracias. 

Héctor Campos